Pyramid Game: El impresionante reflejo de una sociedad Jerarquía.
- Monica Miranda
- 5 abr 2024
- 8 Min. de lectura

Queridos doramaniacos y doramaniacas les cuento que hoy estoy en un estado reflexivo profundo después de haber visto una joya escondida que no había llamado mi atención hasta que encontré una reseña hecha por la BBC de Londres alabando la serie que decías: “Casi tres años después de Squide Game, el nuevo programa surcoreano, Pyramid Game, será la única oferta del país en el festival Series Mania. Basado en el webtoon de Naver del mismo nombre, Pyramid Game es un thriller psicológico, sobre una violenta búsqueda de supervivencia ambientada en la prestigiosa escuela secundaria para niñas Baekyeon, donde un concurso de popularidad determina cómo se dividen los estudiantes en tres grupos: atacantes, víctimas y espectadores” Esto me dejo fría y corrí a verla, total que terminé con mi maratón del drama este y acá estoy para contarles de que se trata y para darles mi opinión como siempre y ¡agárrense!, porque esta serie me ha dejado con la boca abierta. Sin más preámbulos, a lo que vinimos.
El escritor Estadounidense Bob Black dijo alguna vez que si pasas tu vida besando traseros, si te acostumbras a las jerarquías, te convertirás en un pasivo-agresivo, de alguna forma, un sadomasoquista, servil y poco inteligente condenado a llevar ese peso por el resto de tu vida. Esto describe muy bien lo que ocurre en los sistemas corruptos que son jerárquicos, y es que hay una víctima que está en la base, unos perpetradores que están la cima de la pirámide social, mientras que aquellos que estay en medio, como simples espectadores serán también los sirvientes de aquellos que están en la cima. Pues imaginen ustedes, en una sociedad que es de por sí jerárquica desde sus bases como lo es la coreana, cuando el sistema está corrupto, ¿Qué clase de cosas pueden pasar?
Pyramid Game es una serie que nos muestra de la manera mas brutal y cruda como funciona el mundo a través de una micro-sociedad en la que conviven las estudiantes de la clase cinco de la secundaria Baekyon para señoritas. A esta escuela es a donde es trasladada nuestra protagonista, Seong Su-ji, interpretada por (Bona de WJSN) tiene un historial de transferencias de escuelas. Entonces, cuando se traslada de la provincia de Gangwon a Seúl, está en parte tranquila porque ella se enorgullece de su capacidad para juzgar a los demás, determinar la dinámica de poder de una clase para luego descubrir de quién debería ser amiga y de quién no. De esa forma, ella podrá pasar un tiempo tranquilo y agradable en la escuela de turno mientras espera otro traslado. Su-ji premedita sus movimientos basándose en sus cálculos, es una experta en dinámicas sociales, así que se siente confiada de que esta vez no será la excepción. Ella no crea lazos con nadie, a menos que estos le convengan, por un lado, porque siempre está de paso y así es como ella logra sobrevivir en cada escuela, pero sus habilidades serán puestas a prueba en este nuevo sistema porque esta vez las cosas no parecen salir según lo planeado.

Desde el principio, Su-ji es emparejada en su escritorio con la estudiante más inusual de la clase: Myeong Ja-eun. Que llega tarde siempre, en medio de clase, nunca usa su uniforme escolar y tiene heridas visibles en su cuerpo. La chica es hostil desde un principio, lo que lleva a Su-ji a no poner mucho esfuerzo en acercarse a ella, pero sí se las arregla para hacer otras amigas comunes y corrientes; sin embargo, ella siente que, por más “normal” que parezca todo, hay algo siniestro acechando en las sombras. A la clase de SuJi le llaman “La clase feliz” porque son los mejores de la escuela y nunca causan problemas, tienen privilegios y mejores instalaciones que el resto. Su-ji eventualmente se da cuenta de que la estudiante a quien todo el mundo parece temer, es víctima de acoso y violencia escolar fuerte, sin entender muy bien la dinámica, todo comienza a encajar cuando Su-ji se enfrenta al Juego de la Pirámide. Cada último jueves de mes, la supuesta “Clase Feliz”, lleva a cabo una siniestra lotería de clasificación en la que los estudiantes se clasifican por popularidad, siendo ubicados según la votación en categorías dentro de una pirámide que va del grado A hasta el F siendo esta última la más baja de la jerarquía. Esto convertirá a quien termine ahí en un paria objeto de burlas y maltrato por el mes entero hasta que la votación se lleve a cabo de nuevo. El estatus y privilegios de cada estudiante se otorgan según la clasificación, generando así un sistema de jerarquías donde todos se someten al grado superior. Tal cual y como ocurre en las sociedades jerárquicas donde el estatus superior se determina por la posición socioeconómica, pues en la clase feliz esta no es la excepción.

Las reglas del juego, dictan que cada estudiante tiene que votar por otros 5, pero no se puede votar por un estudiante ausente o por sí mismo. Su-ji se da cuenta de que Ja-eun está ausente, pero un encuentro previo con ella en el baño le sugiere que ella es plenamente consciente de las consecuencias. Gracias a su ausencia, Su-ji está convencida de que al menos no será una estudiante de rango F. Sin embargo, Sung Su-ji, no está preparada para fracasar estrepitosamente en la votación y es arrojada directamente a los lobos; convirtiéndose en un objetivo ambulante para cualquiera, independientemente de quién sea que busque intentar torturar física, mental y verbalmente al desafortunado perdedor de este mes. Ni siquiera sus “amigas” votaron por ella, dejándola con 0 votos y degradándola a categoría F. Desilusionada, Su-ji intenta descubrir las complejidades del juego de la pirámide y sobre todo descubrir quién es el verdadero artífice de semejante despropósito. Pero esto es más fácil decirlo que hacerlo, porque pronto comienza su iniciación de rango F y Su-ji se da cuenta de lo que es estar impotente a merced de los demás.

La única salida es formar equipo con Ja-eun, otra F y eso es exactamente lo que ella quiere hacer, pero el juego de la pirámide es más complicado de lo que ella pensaba y lo que hay detrás es más oscuro de lo que ella imagina, poco a poco comenzará a conocer a sus rivales. La mente maestra de este juego está sentada en la cima de la pirámide, Baek Ha-rin (Jang Dang-ah), una abeja reina particularmente feroz que dirige el alumnado y el juego como si fuera el ejército. Pyramid Game rápidamente se convierte en una dura batalla psicológica entre Su-ji y Ha-rin: la mente de la primera, no solo está decidida a salir del último lugar, sino también a abolir los juegos por completo, mientras que la de la segunda; está dispuesto a hacer todo lo que está en su poder para impedir que eso suceda. Ha-rin es la heredera del grupo Baekyo, que como se estarán ustedes imaginando, tiene el dominio absoluto sobre la escuela, impidiendo así que cualquiera salga de la dinámica social que ella ha diseñado para su diversión y placer retorcidos. Salir del rango F será una batalla cuesta arriba donde Suji tendrá que utilizar sus habilidades al máximo. Su-ji es una joven decidida, inteligente, observadora y buena estratega, por eso ella tiene el coraje y las agallas para defenderse, como ve que salir de la categoría F no será una tarea fácil, ella debe destruir el sistema desde sus cimientos sabiendo que cada día será una batalla. A pesar de que comienza esta guerra sola, la misión de destruir la pirámide termina por convertirse en la lucha de muchas de sus compañeras que quieren cambiar lo que está establecido. Como dice la misma Su-ji: “A veces solo hace falta una pequeña piedra para derrumbar una gran estructura” y ella planea ser esa piedra.

Mi gente, cada capítulo es realmente más alucinante que el anterior, la serie está repleta de giros inesperados en cada capítulo. La verdad es que es un guion hábilmente escrito donde se ha cuidado cada detalle, con la versatilidad de Bona y sus habilidades interpretativas, la serie se desarrolla de manera magistral, llevándonos a acompañar a Su-ji en cada batalla con una intensidad casi angustiante. Bona logra que sintamos tanta frustración cuando cae y nos da una dosis de mucho placer, cada vez que ella gana una batalla por pequeña que esta sea. Bona nos entrega una protagonista carismática e inquebrantable con una fuerte orientación moral, a pesar de que ella misma se considera algo conveniente y egoísta, la realidad es que ese matiz no es más que una fachada. La cantante y actriz continúa demostrando que es una profesional a la hora de atraer emocionalmente al público (como lo hizo anteriormente en Twenty-Five, Twenty-One), mientras su personaje se enfrenta a desagradables consecuencias de un sistema como Pyramid Game que deshumaniza a sus víctimas y crea un ambiente hostil para los estudiantes durante un período crucial para su crecimiento mental.
Jang Da-ah quien interpreta a Hae Rin también nos deja una fuerte impresión en Pyramid Game en su debut como actriz. El misterio que rodea sus intenciones agrega profundidad a su ya complicado personaje, y es difícil dejar de mirar las escenas intensas y violentas de Ha-rin infligiendo daño físico a otros. Los detalles más pequeños en las expresiones faciales o el tono vocal de Jang tampoco pasan desapercibidos: son estas pequeñas cosas las que hacen que su caracterización de la narcisista apática y de sangre fría que es Ha-rin se sienta aún más auténtica.

Pyramid Game es un thriller que vale la pena disfrutar y que hay que ver concentrados, es casi una clase de matemáticas mezclada con sociología, que te mantiene al borde de tu asiento. El K-drama facilita que los espectadores nos involucremos con la historia, debido a lo variados y bien diseñados que están cada uno sé los personajes y a la asombrosa evolución de todos ellos a través de la historia, que bien escrita está la obra. Los personajes secundarios son tan determinantes y fascinantes como los principales, convirtiendo la serie en un festín para quienes somos apasionados de la escritora y labor del guionista. El espectáculo es también un reflejo mordaz de las consecuencias de la violencia física y psicológica que tiene lugar en espacios supuestamente seguros para los jóvenes. También es una reflexión de lo que hay que hacer para erradicar la violencia de una vez por todas, un llamado a la denuncia y la importancia del apoyo que se debe dar a las víctimas de abuso para conseguir que los perpetradores paguen por sus crímenes.
Pyramid Game fue invitado oficialmente a "Series Mania", el evento de series más grande de Europa que se celebró en Lille, Francia de marzo de este año. Este es el segundo año consecutivo en el que una serie original de TVING ha sido seleccionada para una proyección especial. Pyramid Game está elevando el estatus del contenido coreano en el escenario internacional, ya que fue producida en cooperación con Paramount+. Series Mania describió el programa como unas serie que está en algún lugar entre Squid Game y Mean Girls, pero podría ser incluso más oscuro que eso. “El interés por la distopía no es nada nuevo para los cinéfilos y las audiencias televisivas, con la popularidad de las series como Black Mirror e incluso The Matrix a lo largo de los años. Pero El juego del calamar y El juego de la pirámide son únicos al brindarle al público de todo el mundo una idea de algunas de la vida real en las que viven muchas personas en Corea del Sur. Este interés y reconocimiento internacional demuestran que Pyramid Game es más que solo entretenimiento; transmite mensajes sociales y logra empatía a nivel mundial. Será interesante analizar el impacto que seguirá teniendo esta serie y las nuevas discusiones que seguirá generando.”

Queridos lectores, me queda solo decirles que yo recomiendo esta serie altamente y ojalá si pueden en maratón, porque es muy adictiva. Son solo diez alucinantes capítulos de una historia meticulosamente bien contada y que invita a la reflexión profunda, dejándonos agitados y con ganas de convertirnos en esa pequeña piedra que pueda cambiar alguna cosa en nuestra vida o en nuestro entorno, a pesar de que parezca imposible. Así como Ray Goforth dijo: “Hay dos tipos de personas en el mundo que te van a decir que no puedes marcar la diferencia, los que tienen miedo de intentarlo y los tienen miedo de que lo consigas” con esta reflexión me retiro, hasta una próxima reseña.
Mónica Miranda
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