top of page

The Atypical Family : “Los superhéroes rotos "



Queridos lectores, el género de fantasía se ha estado tomando a las plataformas de streaming. Series llenas de historias extrañas que exploran nuevas formas de narrar la experiencia humana, han comenzado a volverse tendencia, "Moving", fue uno de los dramas más premiados y vistos en Disney+ el año pasado. Con una historia de superhéroes en decadencia, que mezcló acción, drama y suspenso con mucho éxito, nos trajo una gran serie de la que ahora esperamos con ansias su segunda temporada.  Netflix no quiso quedarse atrás y nos ha traído The atypical Family, que con sus primeros capítulos ya se ha posicionado en el top 10 en varios países.  En una era donde Marvel hace esfuerzos fallidos por mantener a flote sus historias de superhéroes, Corea del Sur nos trae una historia de personas con superpoderes que están rotas y desencajadas, pero que son realmente encantadoras. Hoy vamos a desmenuzar las intenciones de Atypical family.


Protagonizada por Jang Ki Young, esta serie está ganando mucha popularidad, compitiendo en el horario de Queen of Tears de TVN. La nueva comedia romántica sobrenatural, The Atype Family, marca el regreso del actor después de una larga ausencia, ya que estaba presentado su servicio militar. La serie nos invita a conocer una familia inusual cuyos miembros poseen cada uno un poder especial desde antiguas generaciones en la familia. Sin embargo, cuando comienza esta serie producida por JTBC, la realidad es que esta es una familia más bien de gente típica, puesto que todos han perdido sus poderes especiales gracias a enfermedades de carácter más mental que físico.  


Bok Gwi-joo, nuestro protagonista interpretado por Jang Ki-yong, solía poder viajar al pasado y revivir sus recuerdos más felices una y otra vez.  Sin embargo, ese poder no servía de mucho, ya que él solo podía revivir sus momentos felices, pero como un mero espectador de ellos, tristemente descubrió que no podía cambiar nada del pasado o siquiera tocar a alguien. Con el paso del tiempo su frustración fue creciendo al ser incapaz de salvar a un amigo de su muerte. Esto lo obsesionó al punto de descuidar su matrimonio, luego tocó fondo al perder a su esposa durante un accidente automovilístico. Ahora sufre de depresión y alcoholismo, al no ser feliz ni por un momento, y ha perdido la capacidad de regresar al pasado. 

Gwi-joo recurre a la bebida y se atrinchera en su habitación lejos de su familia, que incluye a su abandonada hija I-na (Park So-yi) quien se entierra en los videojuegos de su teléfono. Ella es una niña inteligente, pero retraída e insegura, otra aflicción moderna que está impidiendo a los adolescentes evolucionar de manera normal. Ella esconde el poder que posee de su familia y evita manifestarlo a toda costa.


La matriarca Man-heum, aportó a su familia una gran riqueza gracias a su capacidad de adivinar el futuro en sus sueños. Billetes de lotería y las fluctuaciones de la bolsa solían ser una constante en sus sueños. Ella amasó una gran fortuna gracias a ese poder que amaba, pero que la llevó a centrarse en el dinero, dejando a un lado ese rol de guía de la familia como madre y abuela. Ella comenzó, en algún punto, a sufrir de insomnio, provocándole esto, una imposibilidad para soñar. Sus acciones en la bolsa van en picada y mucho menos ha podido ver los números de la lotería en meses. Mientras tanto, la hermana de Gwi-joo, Dong-hee interpretada por Claudia Kim, solía poder volar hasta que comenzó a comer desesperadamente por una razón que aún desconocemos, ella está enfrascada en una relación tóxica que ha herido profundamente su autoestima y ahora sufre de sobre peso y ya no puede volar.

Gracias a sus diversas pérdidas traumáticas y dolencias modernas, esta familia que alguna vez fue próspera está atravesando tiempos difíciles. Pero justo cuando están llegando a su punto más bajo, alguien nuevo llega a sus vidas: la masajista Do Da-hee (Chun Woo-hee) la coprotagonista de esta historia, Primero aparece adentrándose en el mar para salvar a Gwi-joo que se está ahogando y luego la vemos reencontrase con la familia cuando conoce a Man-heum en el spa donde trabaja. Man-heum es un cliente regular, pero particularmente exigente. Da-hee, que se ofrece como voluntario para tratar con ella, la impresiona con su gracia y habilidad para ayudarle a dormir. Una vez que Man-heum reconoce a Da-hee sueña con ella y comienza a verla como la salvadora de su hijo, la invita a su casa, donde espera que la joven y encantadora masajista pueda seducirlo, casarse con él y ser una madre para I-na mientras lo saca de su tristeza.



Este tipo de casualidad está lejos de ser inusual en un K-drama, pero resulta que, a diferencia del cliché normalmente usado en este tipo de historias. Aquí hay algo más, la casualidad se ve justificada completamente cuando nos enteramos de que Da-hee ha encontrado su camino hacia la casa de los Bok con falsos pretextos y oscuras intenciones, pero lo que es peor aún es que ella no trabaja en esto sola. Hay otro tipo de familia atípica, disfuncional y rota que busca sacar ventaja de la pérdida, pero millonaria familia Bok. Los superpoderes latentes de la familia pueden recordarnos vagamente las películas de Marvel, pero una referencia más clara aquí es la sensacional película coreana ganadora del Oscar, Parasitos.  Da-hee es huérfana, pero su madre adoptiva, Baek Il-hong es la cabecilla de una familia de estafadores.  Que, además, incluyen a la hermana de Da-hee, Grace, que consigue un trabajo en el gimnasio Bok como entrenadora, y a su musculoso tío, que vigila los pasos de la familia desde lejos. Ellos no planean nada bueno. Do Da-hee se ha casado varias veces y de sus divorcios, orquestados por la familia en pleno, ha salido el sustento de este grupo de estafadores que se esconde en una sauna de mala muerte. La idea es que ella se case con Gwi-juu y se haga de sus bienes al divorciarse. Sin embargo, la trama se complica cuando la presencia de Do Da-hee parece genuinamente ayudar a la familia a recuperar algunas de sus habilidades. Los tratamientos y remedios de Da-hee ayudan a Man-heum a dormir un poco, mientras que la presencia de la hermosa Grace motiva a Dong-he a perder algo de peso. Lo más inesperado de todo es cómo Da-hee interactúa con Gwi-joo, quien, sorprendentemente, puede interactuar con su habilidad de una manera que él no creía posible solo en presencia de la nueva y forzada integrante de la familia. 


El cerebro detrás de The atypical Family es Kang Eun-kyung, que es un nombre asociado con muchos K-Dramas de éxito populares. La premisa es excelente y el guion, aunque imperfecto en algunos momentos, no deja nada mal a  Joo Hwa-mi, quien escribió esta historia en el contexto de los traumas y los problemas de salud mental. Hasta ahora, el programa no se siente demasiado triste ni pesado, a pesar de que cuenta con un protagonista alcohólico y depresivo. La serie se centra más en el lado positivo para mantener viva la esperanza en lugar de insistir en las partes difíciles de estos padecimientos. Si bien se mencionan las luchas de los personajes, no se exploran con tanta profundidad como si sucedía con Is ok to not be ok, por ejemplo. Es posible que los episodios futuros profundicen algo más en cómo y por qué los personajes fueron cayendo en esta decadencia.


En lo que respecta al misterio, muchos de los puntos de la trama han sido revelados, y con tantas cosas sucediendo, uno solo puede esperar que surjan más giros interesantes, en lugar de elegir uno y arrastrarlo, que de hacerlo esto podría matar la historia poco a poco.  Es muy interesante ver cómo, por muy atípicos que sean los Bok, de alguna forma sufren los problemas típicos de la sociedad moderna, de una manera con la que muchos pueden identificarse sin esfuerzo. Las relaciones familiares son tensas y ellos están atrapados y entristecidos por sus propios problemas. Esta es una forma creativa de demostrar que no importa cuánta riqueza tengas, eso por sí solo no podrá hacerte feliz. En general, esta historia es compleja y fuera de lo convencional.



Bajo la dirección de Jo Hyun-taek, el programa está en buenas manos, por su atención al detalle y la fuerza en la parte de la narrativa visual. El trabajo de cámara y la edición están bien logrados, sin muchos efectos grandilocuentes, con recursos sencillos pero hermosos.  La cámara capta todo de forma clara e interesante, estableciendo el entorno. La edición es fluida, las escenas donde se altera la linealidad del tiempo se entrelazan perfectamente, manteniéndonos involucrados y sin distracciones. A pesar de las raíces sobrenaturales de sus personajes, el programa ha evitado en gran medida extravagantes escenarios, optando, en cambio, por interacciones sencillas entre sus personajes en lugares mayoritariamente prosaicos, ya sea la casa Bok, el gimnasio que dirigen o los diversos establecimientos comerciales que frecuentan, como clínicas médicas y grandes almacenes. Eso no quiere decir desde ningún punto de vista que al programa le falte estilo, porque los recursos narrativos le dan mucho peso a los personajes y sutilmente nos sumergen en la historia, donde los poderes perdidos de estos seres extraños se van exponiendo poco a poco. En cuanto al aspecto musical, eso realmente no quiere destacar mucho y creo que es intencional. Dada la rareza de la historia, la música es algo que se mueve entre lo espeluznante y lo ridículo.


Es bueno ver al popular  Jang Ki-yong nuevamente en la pantalla después de mucho tiempo. Su interpretación es sutil y matizada. A pesar del exterior frío y endurecido de su comportamiento carente de emociones, el actor transmite hábilmente las profundidades de la confusión interior de su personaje. Ya sea por la forma en que bebe o por su lenguaje corporal, se nota que el actor desempeñado su papel con cuidado. De manera similar, la actuación de Chun Woo-hee realmente muestra su notable versatilidad como actriz. Su papel es demasiado creíble, lo que te hace cuestionar la autenticidad de sus motivos. Ambas estrellas tienen un gran potencial para el desarrollo de personajes, y será intrigante ver cómo lo hacen, siempre que el guion no pierda su impulso a mitad de camino. En general, todas las estrellas secundarias desempeñan bien sus papeles. Si bien Claudia Kim como Bok Dong-hee y Ryu Abel como Grace también hacen un buen trabajo, sus personajes parecen un poco exagerados.


Queridos lectores, en conclusión, La familia atípica, ha tenido un comienzo prometedor, y ofrece una refrescante combinación de fantasía sobrenatural y drama familiar, impulsada por sólidas actuaciones y hasta ahora una buena ejecución. Sin embargo, he de decirles que hay algo que me molesta y que, aunque no empaña el trabajo final, un aspecto que espero cambie prontamente y esto se trata de la forma como abordan el sobrepeso de Dong-hee.  La actriz Claudia Kim lleva un traje gordo que no es muy creíble y que supongo yo que obedece a que eventualmente el personaje regresará a tener el cuerpo de la modelo que fue. Me parece que tanto el papel, como la actuación, recuerdan al clásico de la comedia romántica de 2006 200 Pounds Beauty, pero ahora nos encontramos en 2024 donde la problemática de no ser bella o esbeltas que se resuelve a través de una transformación física posterior al sufrimiento del rechazo y la burla es realmente anticuado. 

Digamos que es natural, teniendo en cuenta los estándares de belleza de cora del sur tan instaurados en el imaginario colectivo, pero, aun así, estando la serie en una plataforma como Netflix y de cara al mundo, es importante ir con las tendencias. La vergüenza de la gordura, es un concepto viejo, que le agrega un toque amargo a un espectáculo que de otro modo sería mucho más atractivo de lo que ya es y que emplea brillantemente el realismo mágico para ayudarnos a dar sentido a los males modernos que aquejan a nuestro ya complicado mundo.

Pues bueno, gente lectora, esto fue todo acerca de The Atypical Family, espero que le den una oportunidad a la serie y me cuenten si están de acuerdo con lo que aquí les he dicho. 



Hasta la próxima 


Mónica Miranda 

 
 
 

Comentarios


bottom of page